lunes, 19 de junio de 2017

La chispa adecuada

(Bayer, el sábado, durante la presentación del libro - Foto: Facebook La Chispa)

El sábado 17 de junio se presentó La Chispa, el nuevo libro del periodista e historiador Osvaldo Bayer. El evento se realizó en el auditorio de FOETRA, el sindicato de los trabajadores de las telecomunicaciones, en la Ciudad de Buenos Aires. La publicación recupera los ocho números del periódico autogestionado que Bayer hizo circular en la ciudad de Esquel entre diciembre de 1958 y abril de 1959.

Bayer, de noventa años de edad, fue muy aplaudido por los asistentes que colmaron el auditorio y escucharon las distintas intervenciones que formaron parte de la presentación. El primero en hablar fue Esteban Bayer, periodista e hijo del historiador, quien explicó que La Chispa tiene los tres componentes esenciales de la obra de su padre: la Patagonia, el periodismo y la lucha. Agregó que se trató de una etapa que “marcó a la familia y a toda la trayectoria profesional de Osvaldo”.

Bayer se radicó en la ciudad de Esquel en 1958, contratado como redactor por el diario local del mismo nombre. “Por diferencias insalvables en el tratamiento político de las notas, es despedido del diario, sin paga y con una acusación desopilante: tentativa de homicidio contra el empresario/dueño del medio. Lejos de correrse de la escena, decide quedarse y fundar el periódico ‘La Chispa’. En su breve duración, denuncia a los latifundistas y terratenientes del lugar, describe con detalle el robo de las tierras del Cushamen por parte de comerciantes y políticos, celebra la revolución cubana y desgrana toda su pluma contra las políticas económicas heredadas del golpe de 1955 y continuadas por lo que el periódico llama ‘la gran estafa argentina’. Editamos aquí la breve experiencia ‘chispera’ de Osvaldo Bayer en la Patagonia, en edición facsimilar, pues es un documento invaluable por la persistencia de muchas de las denuncias que aún tiñen el presente económico y político de la Argentina”, escribió el historiador Bruno Nápoli en la contratapa del libro, que lo tuvo como curador.

“Osvaldo llegó a Esquel con esposa y dos hijos. Después nacimos dos más. Cuando sacó La Chispa, Osvaldo tenía 31 años. Se arriesgó en esa lucha sin pensar cómo iba a aguantar a la familia. Era más importante la lucha. Y tuvo junto a él a la gran compañera de toda su vida, Marlies Joos, nuestra vieja, que lo ayudó a sacar La Chispa. Me imagino los debates a la noche hablando entre los dos. Ella era la única persona autorizada a corregir y leer sus textos”, recordó Esteban durante la presentación. “Fue una etapa que lo marcó a nivel profesional porque creo que ahí encontró su estilo periodístico -continuó-. Encuentra en Esquel el lenguaje directo de un periodismo comprometido que sabe que tiene que llegar a la población, que la gente tiene que saber entender lo que está escribiendo. Creo que también es una parte del éxito de sus libros. No sólo la investigación como tal sino el lenguaje directo entendible para todo el mundo”.